La reina y los príncipes (junto al rey en el funeral por Suárez) pasan a ser aforados. EFE
El anteproyecto de reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial presentado este viernes por Gallardón supone en la práctica un mayor control político de los jueces, abre la puerta a la censura informativa y permite arrebatar un caso "complejo" -por ejemplo sobre corrupción- a su instructor para encomendárselo a un órgano colegiado.
La demostrada capacidad de este país para convertir en comedia cualquier drama facilita que personajes como Esperanza Aguirre hayan adquirido la habilidad de burlarse de la ciudadanía en lugar de asumir responsabilidades políticas cuando les corresponde. A base de puro desparpajo, logra salir airosa de los asuntos más turbios.
Los últimos datos del CGPJ muestran un creciente rechazo de los jueces a aceptar las medidas de protección que reclaman las víctimas de la violencia machista.
El Consejo de Estado ha emitido un dictamen en el que propina una sonora bofetada al Ministerio de Industria al poner en duda expresamente que la urgencia en la elaboración del nuevo método de cálculo de las tarifas de la luz garantice las mejores condiciones en el "cambio trascendental de modelo que se proyecta".